Lisboa. Com asistencia de más de veinticinco mil personas en el estadio de Lumiar, se jugó el partido final del campeonato nacional de fútbol entre el Sporting de Lisboa y el Belenenses (...)
(...) La victoria del Belenenses fué muy merecida, porque practicó mejor fútbol, aunque el Sporting resulta muy peligroso por sus ataques em tromba. El público aplaudió delirantemente a los campeones, sobre todo cuando fueron llamados al palco del presidente da República, general Carmona, donde el jefe del Estado hizo entrega de la copa a Augusto Silva, capitán de los Belenenses. (...)
Jornal ABC, edição de Sevilha de 4 de Julho de 1933
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